La sostenibilidad empresarial se refiere a la capacidad de una empresa para operar de manera que asegure su éxito a largo plazo, respetando y beneficiando al ambiente, a la sociedad y a la economía. Esto implica adoptar prácticas que reduzcan el impacto ambiental negativo de sus actividades promoviendo al mismo tiempo la equidad social y fomentando un crecimiento económico responsable. Una empresa sostenible busca un equilibrio entre su interés económico, el rendimiento financiero de sus actividades y la responsabilidad social y ambiental, entendiendo que su éxito está íntimamente ligado al bienestar del territorio, las comunidades y el planeta en el que opera.
Es por esto que en el panorama empresarial actual, la sostenibilidad ya no es una opción, es una obligación, y en la estructura económica de nuestro país, las micro, pequeñas y medianas empresas (MiPymes) juegan un papel crucial en esta transformación, y aunque muchas veces enfrentan recursos limitados, pueden implementar cambios pequeños que generen un impacto significativo para su entorno y para si mismas.
Y es que promover una cultura de sostenibilidad, no solo mejora la reputación y la lealtad del cliente, sino que también puede ser un motor de innovación y eficiencia. La pregunta es ¿cómo?
Aquí exploramos estrategias efectivas para desarrollar una cultura empresarial centrada en la sostenibilidad basada en acciones estratégicas que abarcan desde la educación y concientización interna, fomentando el compromiso de los empleados, la optimización de recursos, hasta la colaboración con proveedores sostenibles, la participación comunitaria y la adopción de tecnologías verdes. Estas estrategias están diseñadas para ser implementadas de manera progresiva, permitiendo a las mipymes integrarlas en sus operaciones diarias sin la necesidad de realizar grandes inversiones iniciales.
Cada acción estratégica aborda un aspecto crucial de la sostenibilidad empresarial, proporcionando un enfoque holístico y equilibrado que puede adaptarse a las necesidades específicas de cada empresa y se describen a continuación:
Desarrollo de una cultura basada en la sostenibilidad:
Pensar una empresa sostenible implica que todos sus grupos de interés están convencidos y comprometidos con la sostenibilidad, y para ello, el primer y más importante paso es la educación. Organizar talleres y seminarios regulares para compartir, sensibilizar y educar a las personas que hacen parte de la organización es una estrategia efectiva. Además, utilizar boletines internos, un periódico mural, 5 minutos de reflexión diario, correos electrónicos y reuniones para compartir los logros y desafíos en sostenibilidad de la empresa puede generar transparencia, confianza y compromiso entre los colaboradores.
Fomentar el compromiso de los empleados
Fomentar el compromiso es clave para desarrollar acciones que conduzcan hacia una cultura de sostenibilidad efectiva en la empresa. Crear equipos de sostenibilidad o comités ecológicos que lideren proyectos internos, como la reducción de residuos o acciones de divulgación, puede ser muy beneficioso. Además de esto, implementar un sistema de reconocimientos para los empleados que propongan y ejecuten ideas sostenibles, desde certificados hasta pequeñas bonificaciones, puede motivar e incentivar la participación en iniciativas verdes.
Optimizar el uso y disposición de sus recursos
La optimización de recursos es una estrategia esencial para la sostenibilidad empresarial y para las empresas en si mismo, recordemos que el 70% de las mipymes quiebran por ineficiencia en sus procesos.
Realizar auditorías energéticas y adoptar medidas para reducir el consumo de energía, como la instalación de iluminación LED y sistemas de gestión energética, puede tener un impacto significativo. Asimismo, implementar programas de reciclaje y reducción de desperdicios, como un programa de reciclaje de papel, materiales y reducción de residuos puede contribuir a la sostenibilidad operativa.
Alianzas y suministros sostenibles
Colaborar con proveedores que compartan tus valores de sostenibilidad es crucial para garantizar la calidad de tus productos y apoyar prácticas sostenibles en toda la cadena de suministro. Además, cuando sea posible, incorporar materiales reciclados y reciclables en tus productos y empaques puede reducir significativamente la huella ambiental de tu empresa.
Participación comunitaria
La participación comunitaria, y en general, de todos tus grupos de interés, es fundamental para fortalecer el compromiso de sostenibilidad de una empresa. Involucrar a la empresa en proyectos comunitarios que promuevan la sostenibilidad, como la plantación de árboles o la limpieza de espacios públicos, refuerza el compromiso con la comunidad. Además, colaborar con ONGs, gobiernos locales y otras empresas para impulsar iniciativas sostenibles a mayor escala puede ampliar el impacto de tus esfuerzos y fortalecer las relaciones y redes de tu empresa.
Innovación y tecnología
La adopción de tecnologías verdes es una estrategia crucial para reducir el impacto ambiental de las operaciones empresariales. Y yo sé que esto es difícil en si mismo. Invertir en tecnologías que reduzcan el impacto ambiental puede ser muy beneficioso aunque la limitante son los recursos. Participar de convocatoria de la Cámara de comercio, Fondo emprender, Minciencias o el ministerio a través de Innpulsa permite acceder a recursos a muchas empresas.
Ingeniero Industrial, Magister en Desarrollo empresarial, Doctor en desarrollo Sostenible.
Apasionado por la gestión, la investigación y la búsqueda de estrategias que favorezcan la competitividad de las empresas